- Brieva de Cameros
- Iglesia Parroquial de San Miguel Arcángel
- Madera estofada y policromada, 1 mt. (Virgen)
- Anónimo hispanoflamenco, comienzos del S. XVI
Fueron varias las obras que, procedentes del monasterio de Valvanera, pasaron a engrosar tras la desamortización los fondos de las dos iglesias de Brieva, dedicadas respectivamente a San Miguel y Santa María. Si a ello, además, añadimos el protagonismo que, debido a su privilegiada situación dentro del casco urbano, ha cobrado en estas últimas décadas la iglesia de San Miguel en detrimento de la de Santa María (que por quedar más alejada apenas se utiliza), lo que ha propiciado paralelamente que se hayan trasladado por razones de seguridad muchos de sus fondos a la primera, entenderemos lo difícil que resulta a simple vista hacer una lectura correcta y homogénea e los fondos que en origen formaban parte de cada uno de estos edificios religiosos.
No obstante, la relativa abundancia de imágenes hisponaf1amencas que obedecen a similares estímulos estéticos permiten deducir que, si no posiblemente en su totalidad, algunas de ellas al menos formarían parte de un mismo retablo mayor que quizá sería construido a finales del siglo XV para la iglesia de Santa María bajo la gran influencia que el retablo mayor de Santa María la Real de Nájera ejerció aguas arriba del Najerilla.
A esa estructura, por ejemplo, pertenecería este grupo de Asunción-Coronación del que, lamentablemente, se han perdido algunos detalles que, aunque nimios si se quiere, resultan determinantes para lograr la cohesión de todo el con- junto de imágenes. y más aun cuando dicho grupo se ha descontextualizado del opulento encuadre ambiental para el que fue concebido. Entre ellos la corona que remataba la composición.
La Virgen, envuelta en generosos y pesados ropajes que se abren simétricamente hacia los lados, aparece aquí con una abundante cabellera dorada que se desparrama sobre los hombros y las manos juntas en ademán de orar. Flanqueada por un coro angélico dispuesto en tres niveles, siguiendo así la lógica de las composiciones por entonces en boga, los pliegues de las vestimentas han perdido una buena parte de su naturaleza metálica y minuciosa al estar abocados ya a una evolución irreversible que acabará cuajando definitivamente en las primeras décadas del siglo XVI. y aunque los repintes hayan mermado las calidades originales del grupo, la ciertos es que, a través de diferentes detalles, se intuyen con claridad los orígenes nórdicos de su autor y sus vínculos burgaleses ¿tal vez algún miembro temprano de la familia Cambray?.