En una pequeña grieta situada en la base del tubo de descenso (12 metros) a la sima se encontraba un enterramiento cuidadosamente colocado en posición fetal. Los análisis antropológicos realizados han señalado que corresponde a una mujer joven. En su regazo se recogieron los minúsculos restos de un recién nacido.
La inhumación carecía de ajuar complementario, pero este tipo de enterramiento es frecuente en toda la Edad del Bronce.